miércoles, 31 de agosto de 2011

VALDRA LA PENA



Durante la visita a Estancia Grande, la primera impresión que tuve fue de pobreza y desolación pero mientras me adentraba en conocer más detalles sobre la situación que los aquejaba y mientras conversaba con las familias pude ver un destello de esperanza, en ese momento recordé que seguido a la carencia o necesidad sigue la potencia, y es esa capacidad propia del ser humano de movilizarse en búsqueda de una solución y /o recursos para satisfacer sus necesidades.

Desde diferentes miradas el problema de las expropiaciones en estancia grande puede ser o convertirse en un ejemplo de lucha y perseverancia con el fin de conservar los derechos de un hombre, en este caso una vivienda digna y una mejor calidad de vida, según señalaba Mario Escudero (propietario del lugar).

Respecto al plano político, se puede ver la ineficacia del gobierno en darle una solución a las familias que han sido expropiadas además de ser los causantes de su situación.
En el plano social; hay mucha movilización y solidaridad de parte de los estudiantes que han conocido el caso y de otras organizaciones que están involucradas con la familia Escudero.

La noticia llego a nuestros oídos desde la cátedra de Actividades Comunitarias de la carrera Licenciatura en Comunicación Social. Junto a un grupo de compañeros tuvimos la oportunidad de conocer a Mario Escudero con quien mantuvimos una amena charla sobre la situación.

Mario nos comentaba sobre las dificultades que han vivido como familia desde que han derribado su casa, además de las causas judiciales que iniciaron en su contra destituyéndoles de sus derechos sobre la tierra en cuestión. El panorama era preocupante, la familia estaba viviendo bajo lona, carpas con baños provisorios, y con dificultades para cocinar. 

La familia está acostumbrada a vivir y a comer del producto de sus manos, a cultivar sus frutos y criar a sus animales, y esa es su forma de vida, la cual contrasta tajantemente la idea de progreso que propone el actual gobierno.

A pesar de la  situación la familia ha sabido manejarla, tienen abogados y “gente culta” como les llama don Mario que han sabido asesorarlo en cuanto a las cuestiones judiciales. Se han movilizado de forma influyente con respecto a la información sobre su situación y han difundido en las redes sociales en internet las novedades de su causa. 

Una de las cosas que le preguntamos a Mario Escudero, quien por cierto nos recibió con muy buena disposición fue, que lo que motivaba a continuar su lucha y la resistencia a la expropiación en un ambiente de carencia, necesidad y desconcierto, a lo que él respondió “lo que me motiva es el luchar  por mis derechos, por lo que me pertenece… y lo segundo es que sé que esto va a servir de ejemplo para las otras generaciones".

La situación de esta familia es preocupante, pues como señalaba Mario nunca saben lo que pueda llegar a pasar, y están en un completo desconcierto, la policía está afuera casi imponiéndose a que sigan ocupando el lugar que les pertenece, pero a pesar de esto la familia sigue en pie resistiendo firmes en su convicción de que están en lo correcto, dejando flamear en la entrada la bandera argentina símbolo de a quien adhieren y no a ningún partido político. 

Valdrá la pena… cual fuere el resultado de la situación en el que se encuentran, ellos están convencidos de que la injusticia y violencia que se le está ejerciendo no quedara impune.




Por Priscila Quiroga
Estudiante de la  Lic. en Comunicación Social
Universidad Nacional de San Luis

(Este trabajo corresponde a la Observacion Participante realizada en Estancia Grande - agosto de 2011)