lunes, 5 de septiembre de 2011

EXPROPIACIONES EN ESTANCIA GRANDE: UNA HISTORIA DE LUCHAS Y RESISTENCIAS QUE AUN CONTINÚA



Contribuyendo a la construcción de conciencia colectiva y poder popular


Hace aproximadamente un año y medio, el estado provincial (entendiendo al mismo en  términos de gobierno provincial y sus instituciones) comenzó un proceso de expropiaciones de tierras en Estancia Grande, Departamento Pringles, Provincia de San Luis. Este proceso involucró las propiedades de cinco familias, de las cuales la única que aún hoy resiste es la familia Escudero. 


Desde el gobierno provincial se argumenta que estas expropiaciones se están realizando con el objetivo de construir un centro cívico, una escuela y un centro de salud. Pero lo ilógico de esta situación es la pretensión de querer expropiar las 220 hectáreas del campo de la familia Escudero, es decir, la totalidad de las tierras de su propiedad, y que en aquel lugar viven aproximadamente 50 familias y ya existen dos escuelas cercanas.


Frente a esta pretensión, Don Mario Escudero propuso donar nueve hectáreas junto a la ruta, cantidad que estima suficiente para la realización del proyecto municipal. Sin embargo, el pasado 15 de julio a la madrugada, sin presencia judicial, un grupo de policías armados no sólo irrumpieron violentamente en su vivienda y la demolieron, sino que también privaron de su libertad a las personas que se encontraban allí y robaron muchas de sus pertenencias. A pesar de esto, ese mismo día la familia junto a amigos y vecinos recuperaron el campo pacíficamente y desde entonces resisten en espera de una resolución del conflicto que sea verdaderamente justa.


Pero…rebobinando un poco, por qué se realizan en la provincia de San Luis estas ‘extravagantes’ expropiaciones. ¿A qué nos remiten?


Estas expropiaciones ponen de manifiesto un poder político perpetuado en el gobierno provincial desde hace ya varios años, representado en la figura de los hermanos Rodríguez Saá. Un gobierno que se caracteriza por atropellar los derechos de todas y todos los ciudadanos con el fin de construir su ‘mundo de fantasías’, un mundo lujoso y asombroso para las clases más adineradas y los turistas extranjeros, pero también uno de los medios de acumulación de capital del poder político. 


En esta provincia, viven Don Mario Escudero y su familia…


Don Mario es una persona mayor muy generosa y amable con una mirada aguda y para nada ingenua. Él y su familia decidieron realizar su vida en el campo. Ellos construyeron su hogar en el campo La Camila en Estancia Grande y eligieron llevar adelante un estilo de vida particular que contribuye a la construcción de su identidad como sujetos: vivir del campo, trabajar su tierra, criar sus animales, alimentarse de lo que generen sus manos.


Sin embargo, su modo de vida contrasta con la idea de ‘progreso’ que pregona el gobierno provincial.


Desde el discurso oficial se pretende imponer una idea de progreso centrada en la urbanización y la construcción de polos turísticos en imitación a las grandes ciudades del mundo, y se intenta hacer creer que este ‘progreso’ apunta a la satisfacción del bien común. Cuando en realidad lo que se construyen son lugares de esparcimiento y ocio para las clases poderosas, espacios que tienen como objetivo la satisfacción del bienestar individual. De esta manera, se pone de manifiesto una idea de progreso que no contempla las particularidades de las vivencias de las distintas comunidades sino que responde a un modelo capitalista de acumulación de capital.


Don Mario advierte esta idea de progreso que pretende ser impuesta principalmente a través de los medios de comunicación provinciales, en su gran mayoría cooptados por los Rodríguez Saá, y contrapone su propia idea de progreso.


Para Don Mario y su familia, la idea de progreso se vincula con valores que no tienen nada que ver con la acumulación del capital, con el individualismo, los intereses económicos, las negociaciones o el turismo VIP, sino que más bien se asocia con valores relacionados a la vida campesina que lo identifica como sujeto, a la solidaridad, la dignidad y el respeto por el otro, a la pertenencia a la tierra, a la construcción de sus vivencias junto a su familia en el lugar donde decidió vivir, a la vinculación con sus antepasados y a la crianza de animales y el cultivo a pequeña escala. De este modo, la pertenencia a la tierra y la vida en el campo cobran un valor significativo y simbólico ya que es allí el lugar donde a lo largo de varios años Don Mario construyó su vida cotidiana junto a su familia. Por lo tanto, para él su campo se encuentra cargado de historias y significaciones compartidas.


En este sentido es posible decir que Don Mario tiene un alto nivel de conciencia de la situación en la que vive. Él reconoce y comprende las distintas dimensiones y la magnitud de la problemática que lo atraviesa, como así también identifica cuáles son sus verdaderas prioridades y preocupaciones. En sus discursos, Mario pone de manifiesto el avasallador poder político que gobierna en la provincia de San Luis, el cual busca imponer determinadas ideas de progreso sin importarle lo que piensen y sientan las y los ciudadanos, una idea de progreso vinculada a lo extraordinario y lo lujoso, como por ejemplo a la construcción de canchas de polo con estándares internacionales, a la urbanización para el agroturismo, a la construcción de grandes autopistas… 


Incluso manifiesta el ocultamiento de información y la distorsión que se produce acerca de las expropiaciones en Estancia Grande, tanto en el diario de mayor tirada como en el canal de aire de mayor alcance de la provincia. En estos medios, la lucha y la resistencia de las y los vecinos y toda la comunidad que acompaña a la familia Escudero por la no expropiación de sus tierras, se invisibilizan…pero no sólo eso, sino que también éstos contribuyen a estigmatizar a las y los campesinos que luchan por defender sus derechos, construyéndolos como aquellos que imposibilitan y detienen el progreso en la provincia.


Mario es totalmente consciente de que le están vulnerando su derecho al espacio y a la tierra que tiene cualquier ciudadano y ciudadana, o para decirlo en otras palabras, él es consciente de que le están expropiando y lo están desarraigando de su vivir cotidiano.

Este nivel de conciencia que presentan Mario y su familia, como así también todas y todos los ciudadanos que los acompañan, contribuye a la construcción de la conciencia colectiva (contrapuesta a la ‘falsa conciencia’ que genera alienación), pero no sólo eso sino que además promueve la construcción de poder popular. 


La conciencia asumida por los Escudero es fundamental para llevar a cabo  transformaciones, que siempre empiezan a través de pequeñas micro transformaciones y continúan hasta generar verdaderas revoluciones, y es lo que le ha permitido al grupo mantener su resistencia a lo largo del tiempo y no desistir. Resistencia significativa ya que se ha mantenido a lo largo de un año y medio, y sigue manteniéndose, gracias a la acción conjunta de la comunidad y a la conciencia lograda acerca de la situación. Una resistencia sin violencia, que se manifiesta simbólicamente a través del poncho y las alpargatas, la risa cómplice, la bandera argentina que flamea en la entrada del campo La Camila y las demás banderas y carteles que expresan la lucha y la resistencia del pueblo, resistencia que permite no sólo gestar poder popular, sino también generar transformaciones.



Por Luciana Navarro
Estudiante de la  Lic. en Comunicación Social
Universidad Nacional de San Luis

(Este trabajo corresponde a la Observación Participante realizada en Estancia Grande - agosto de 2011) 


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