viernes, 2 de septiembre de 2011

EXPROPIACIONES EN ESTANCIA GRANDE



“Dirán que somos “rebeldes”, pero luchamos por una causa justa; por aquello que nos pertenece y lo que es nuestro”
Con esta sentencia Don Mario Escudero esboza su visión del conflicto. Un conflicto iniciado en octubre del 2009 mediante el Decreto 3803/09[1] en el que el gobierno provincial lanza una cruzada en busca de la expropiación de 220 hectáreas en la localidad de Estancia Grande, San Luis.

Empero la problemática no se reduce a una mera cuestión de normativas institucionales y judiciales por un lado, y de resistencia y confrontación del otro.

Detrás de cada acción llevada a cabo por las seis familias perjudicadas que se han auto convocado y desarrollado una suerte de movimiento social; existe un proyecto de comunicación comunitaria que en palabras de Gabriela Cicalese [2]es “una comunicación que posibilita la revisión y apropiación de discursos, valores, mitos imaginarios, proyecciones prejuiciosas sobre si mismos y sobre otros”.

 Tales practicas no solo proporcionan una mayor visibilidad de las luchas colectivas generando espacios de dialogo y escuchas mutuas sino que además en el marco de la participación y el compromiso ha permitido la propia revisión; el mirarse y descubrirse como actores sociales que abrazan como valor fundamental el preservar el modo de vida rural, el arraigo a su “ser campesino”.

Y es en este punto en donde deviene lo extraordinario de tal fenómeno: el auto- reconocimiento de la capacidad de poder transformar la propia realidad. A partir de sus concepciones y conocimientos; aquellas prácticas y modos de ver el mundo, se gestionan estrategias comunicativas apoyadas por el sector académico.

Mas frente a un discurso oficialista que declama “el progreso” del pueblo puntano se pretende aunar voces en una única voz, callando en consecuencia voces disidentes por ser obstruyentes del caprichoso desarrollo.
Suspendidos así en una circunstancia cual futuro es incierto, la única seguridad inmudable de esta familia es continuar resistiendo para no acometer sacrilegio contra la verdad presente en su espíritu de campesinado.

En este sentido sorprende sobremanera la precisión con la que identifican su propia situación; la claridad y el nivel de conciencia en su entender al “desarrollo” superando la sola dimensión económica y acercándose mas a un desarrollo en cuanto a calidad de vida humana.

El  atropello se verifica no solo en cuanto a la propiedad sino también a la dignidad y al derecho a un hogar; al poder constituirse como persona en un espacio que además de ser hogar resguarda memoriosamente historias de vidas; narrativas sociales y la cotidianeidad familiar. 

Y es que “La Camila” excede la simple idea de morada, de estancia o hacienda, extendiéndose a una multiplicidad de dimensiones significantes que hacen a la identidad de los escuderos; configurando así una suerte de ámbito de filiación con los vecinos y familia pero también con los animales y con la naturaleza en su expresión más pura.

El argumento para arrebatar este vivir campestre y revestirlos con el manto de la prosperidad y civilización: “la utilidad publica” por la cual, ningún propietario estaría exento de poder perder sus bienes. Pero curiosamente el campo que limita al norte y pertenece al gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá no van a ser tocadas; como así tampoco las hectáreas propiedad de su hermana Zulema.

Mas de 28 años al frente del poder provincial han convertido al actual gobierno en un poderoso feudo, caracterizado por encubrir y disfrazar cualquier otra realidad que no sea la referente a las tecnologías de punta y al progreso urbano/turístico

Al adentrarse a “La Camila” la disposición de los espacios físicos reflejan la complejidad y embargadura del conflicto: sitiados frente a la guardia permanente de la policía provincial se distribuyeron en carpas. Esto debido a que después de que las topadoras derrumbaran la vivienda no se puede dejar descubierta la entrada porque al decir de Mario Escudero “los intrusos a sueldo” están jugando con el desgaste físico de la familia para desalojarlos.

Mas aun la única bandera que flamea y los representa no es sino la de la Patria Argentina. No adhieren a partido político alguno y consideran la causa como “causa social” mas alla de que cualquier tiente político opositor al gobierno oficial hayan mantenido contacto para ayudar a resolver el litigio. 

La tensión se perpetúa entre sus días pero no es razón para desfallecer en la contienda. Bien lo demuestra el cuadro de Jesús dispuesto en la humilde carpa que se encuentra al ingresar a la propiedad; a modo de alegoría tal vez de que el tal batalla tiene como fuerte central la defensa de los ideales y convicciones; y la creencia en que el Dios que todo lo ve también los apoya en su lucha.

Los carteles localizados en distintos puntos del predio gritan en el silencio lo q los funcionarios quieren acallar: NO A LAS EXPROPIACIONES EN ESTANCIA GRANDE. “Parece que el poder quiere convertir todo esto en una zona residencial, donde viva al gobernador y la gente adinerada. Los pobres molestamos. No quieren que estemos porque no se animan vernos. Les deba causar mucha molestia”[3] declaro en una oportunidad Mario Escudero.

Las expropiaciones compulsivas a pequeños y tradicionales dueños de los campos no son cuestión del azar ni desventura; forman parte del sistema propiciado por el poder ejecutivo provincial que ya se evidencia tanto en construcciones como “Terrazas del portezuelo”, “el Cabildo de La Punta” como también las “Escuelas Digitales” y auge del WIFI; y ahora este nuevo “Complejo de Recreacion” (para clases pudientes) construyéndose actualmente en Estancia Grande. Exhibidores por tanto del progreso y desarrollo local; como bien aclamaron desde una solicitada publicada en El Diario de la República: “las ocupaciones son necesarias para el progreso”.

Asimismo como era de suponer las aberraciones contra estas familias no tuvieron lugar en las empresas de comunicación que sostiene el Estado provincial: Canal 13 y El Diario de la República. Más cuando se refirieron a lo sucedido en Estancia Grande desviaron la mirada a promocionar el venidero “campeonato de polo”; pues no conviene a la imagen publica la “mala prensa” mientras se lleva a cabo la campaña política.

Debería quedar para el olvido la frase de Ricardo Videla (delegado normalizador de Estancia Grande) en la que se exhortó a Mario Escudero a vender la propiedad: “Si no me vendes, te expropio”. Pero ¿Cómo poder olvidar? Si para la gente sencilla no hay mayor contrato ni compromiso que el valor irrevocable de la palabra; cuando anteriormente en una oportunidad y de buena voluntad se cederían 9 hectáreas para el beneficio “publico”. Parecería entonces hasta sarcástica la leyenda que afirma “San Luis un gobierno para todos”… para todos los que se sometan a acatar los designios previstos.

Para finalizar seria interesante detenerse a pensar: ¿Que cuestiones privilegia cada una de las partes en conflicto?; ¿Con que valores se defiende la postura asumida?; las acciones hablan por si solas pues bien se sabe que allí “DONDE ESTA TU TESORO ESTÁ TU CORAZON”[4]





[1] 16 de octubre 2009: El gobernador Alberto Rodríguez Sáa firmó el Decreto de 3083/09 que decreta la expropiación de 222 hectáreas y 6.333 metros de terrenos ubicados en la Localidad de El Durazno, Departamento Pringles, Municipio de Estancia Grande.
[2] * Doctora en Comunicación. Directora del Centro de Comunicación La Crujía
[3] www.cronicadesanluis.com.ar
[4] (Mt. 6, 19-23)




Por Noibé Paez
Estudiante de la  Lic. en Comunicación Social
Universidad Nacional de San Luis

(Este trabajo corresponde a la Observacion Participante realizada en Estancia Grande - agosto de 2011) 

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